Continúa la investigación por la muerte del joven de la comunidad aborigen de General San Martín, Josué Lago, y la Fiscalía de Derechos Humanos llevará adelante una serie de testimoniales.
El homicidio de Lago se produjo el 11 de junio en el barrio Los Silos, durante un enfrentamiento entre vecinos y la policía. Por el hecho, cinco policías fueron detenidos en un principio pero luego recuperaron su libertad. El último en hacerlo fue Pablo Viñuela.
La calificación legal que se les atribuyó fue de «homicidio doblemente calificado por ser cometido por odio racial y por un integrante de las fuerzas de seguridad».
Para el caso fue designado un fiscal coordinador, con el objetivo de actuar junto a la fiscal Silvia Sluzar y el actual fiscal de la Cámara Segunda, Carlos Rescala.
La Fiscalía de Derechos Humanos ordenó que para octubre se lleven a cabo una serie de testimoniales para avanzar en la investigación. Se realizará una pericia balística con el fin de realizar un cotejo entre un proyectil que impactó en Paulo González -uno de los heridos- y los proyectiles pertenecientes a las armas de los agentes que fueron secuestradas en la oportunidad.