El chaqueño Ramón Flores, de 40 años, acusado de ser cómplice en el asesinato del exrugbier Marcelo Longhi el último 13 de enero en Luján, se negó a declarar ante la fiscal de la causa en Buenos Aires y continuará detenido.
Flores, que fue trasladado este fin de semana desde Resistencia hasta Luján, seguirá detenido por el delito de «homicidio simple» mientras resuelve su situación procesal.
El hombre, de alias «Javier», fue detenido el martes pasado mientras circulaba en un vehículo por el centro de Resistencia. Se trató de un operativo cerrojo entre la policía bonaerense y la local.
En diálogo con MásContenidos.net, momentos antes de ser capturado y trasladado, Flores ratificó su inocencia y la de su «patrón» (Pablo Javier Achard, su socio y amigo, quien también está detenido).
Durante esa entrevista, el acusado afirmó que vino al Chaco nuevamente porque «tenía miedo». Dijo también que no recibió ninguna citación de la Justicia y que, tras el crimen, dialogó con la Policía durante seis horas. Fue allí donde, según dijo, contó que su jefe «mantenía una relación con la esposa de un comisario, de un abogado y con una chica del club».
También contó sobre un extraño episodio en el campo de Longhi, para quien trabajaba de casero: «Dos noches antes que me venga al Chaco unas personas quisieron entrar en la casa del campo. Cómo tenemos escopetas, saqué una por la ventana y tiré dos tiros al aire. No sé si querían hacerme algo o robar».