Llegó a El Sauzalito, como si hubiera llegado a la capital de la Argentina, con la esperanza de que allí hubiera alguna respuesta a tantas penurias que sufren los que hacen patria en los parajes más inhóspitos de El Impenetrable chaqueño, porque “Dios está en todas partes, pero atiende en Buenos Aires” y quizá “también se venga pa´lmonte, al menos uno vez”.
Así llegó el cacique y pastor José Vallejos, del paraje “El Sebilar”, relatando a Infoqom las necesidades que allí tienen. “Le pido al gobernador, sus ministros y otras autoridades que vean lo que está pasando en El Impenetrable profundo”.
Explica luego que solo va enumerar lo más urgente, lo vital, de otra manera, no le alcanzaría el día para relatarlo “No tenemos luz ni agua potable, no tenemos puesto sanitario. La escuelita, la cual es un anexo de la escuela de Tartagal, no recibe útiles para sus alumnos” y nos muestra como prueba una boleta de sufragio, donde en el dorso, los alumnos lo utilizan como “cuaderno” para hacer sus tareas.
El único aporte de la Democracia que llegó a El Sebilar son las boletas electorales que los alumnos utilizan para realizar sus tareas al dorso. No poseen luz eléctrica, ni agua potable y la conexión a internet parece una utopía inalcanzable.
Palabras del cacique José Vallejos:
«IS CHE NIYATEY TACH’UTA ANOTSAS ;HOPEHEN TOJ TACH’UTHIL’A NAIÑHOJ WET HAIHICHEK TOKEYIS YINHIHENA…».
Traducción: No quiero morirme y ver a mi comunidad en el olvido. Me quiero ir de esta tierra sabiendo que el Estado ayudará a mis niños. Mis niños indígenas son el futuro de nuestra cultura indígena wichi.
fuente: Infoqom.com