Este miércoles 20 de diciembre, desde las 9 de la mañana, se realizará una gran marcha en distintos puntos del país.
En la capital chaqueña será desde el Hospital Perrando hasta el mástil mayor de la ciudad de Resistencia, en el marco de la conmemoración de 22 años del «Argentinazo», en rechazo a «las políticas económicas del gobierno de Milei, que, con la devaluación y la inflación, licúan los salarios de los trabajadores formales e informales y de las mayorías de la sociedad, en defensa del derecho a la protesta y la libertad de expresión».
La marcha está convocada por diversas organizaciones de trabajadores, sociales y políticas, entre las que se encuentran UPCP, Camioneros, CTA Autónoma, CTA de Los Trabajadores, Utre, CCC, PTP-PCR, Somos Barrios de Pie, Juana Azurduy, Fob, Movimiento 20 de diciembre, CUBA, PO y otras.
Bajo la consigna «Ni un paso atrás, que el ajuste lo pague la casta de minorías y no el pueblo», las organizaciones reclamarán al gobierno nacional y provincial que atiendan las demandas populares y que cesen los ataques a los derechos de los sectores más vulnerables.
Esto se da a pesar, de los anuncios de Patricia Bullrich que implicaría el uso de las cuatro fuerzas federales y aplicaría sanciones para los «autores, cómplices e instigadores».
Uno de los puntos que tocó fue la tolerancia 0 a los cortes de calles, y para detenerlos utilizaría a las distintas fuerzas para liberar la circulación. Es preciso nombrar que, esto también dependerá de la resistencia ejercida por los manifestantes. A la vez, explico que «el que corta no cobra».
«MÉTODO MORALES»
Entre las estrategias que se pusieron bajo análisis para contrarrestar el desafío de esas organizaciones, una llamó la atención y tuvo que ver con una metodología para reducir las movilizaciones e impedir que se conviertan en masivas. Se trata del modelo que el ex gobernador de Jujuy Gerardo Morales ejecutó en Jujuy durante su gobierno para debilitar las presiones de la Tupac Amaru de la kirchnerista Milagro Sala.
Se establecieron controles rigurosos a los micros, generalmente de larga distancia o escolares, que las organizaciones pagaban para trasladar a los manifestantes que después realizaban actos políticos, marchaban y protestaban frente a una dependencia del gobierno.
«Se les pedía la VTV a los choferes, las patentes, el seguro al día, el registro profesional. Se controlaba que tuvieran todos los cinturones de seguridad, que funcionaran correctamente, y que no hubiera chicos solos. Si alguna de esas cosas no estaba en regla se procedía a secuestrar el vehículo o se le daba la opción de regresar», contó un ex funcionario.
Finalmente, para la protesta del miércoles, independientemente que se vaya a poner en marcha el «modelo Morales» de controles de tránsito sobre el transporte público. El gobierno de Milei puso en juego a dos ministras que actúan en la misma sintonía.
Por su parte a Sandra Pettovello, de Capital Humano, que fue la responsable de anunciar que aquel que corte una calle quedará sin plan social y que los dirigentes que los fomenten serán denunciados. A su vez, Patricia Bullrich tendrá a su cargo el control de la calle y evitar que el miércoles se repitan las escenas de fastidio de aquellos que quieren circular y son rehenes de los piquetes. Fuente: Diario Tag