El intendente Gustavo Martínez regresó de sus vacaciones con noticias no tan felices para los vecinos de Resistencia. Es que el mandatario anticipó que no habrá grandes cambios en los barrios de la ciudad porque “los planes de trabajo se ven postergados” por la inflación. También se quejó de las lluvias que «mojan la calle y generan barro».
Luego de las precipitaciones que dejaron anegados a varios sectores de la ciudad, Gustavito justificó la falta de gestión para solucionar uno de los problemas históricos de la ciudad, asegurando que es «prácticamente imposible» llevar adelante el mantenimiento de calles de tierra debido a los «altos costos actuales».
No obstante, el jefe comunal con peor imagen del país evitó mencionar los millonarios gastos en obras no prioritarias como la Plaza 25 de Mayo o el Parque 2 de Febrero. En esa línea, tampoco habló sobre los desembolsos destinados a fiestas con presencia de artistas nacionales, financiadas con el impuestazo sufrido por los vecinos.
En sus declaraciones, además, buscando posicionarse para las elecciones del año próximo, cuestionó a los funcionarios de su mismo signo político por las “dificultades” para desarrollar planes de gestión. En ese sentido, Martínez aconsejó a los funcionarios “dejar los anuncios faraónicos, serenarnos y plantear a la sociedad la realidad».
De esta manera, el intendente comienza a dejar en claro con palabras algo que se venía demostrando desde los hechos: las prioridades de Gustavito no son las mismas que las de los vecinos de Resistencia.
fuente: Data Chaco