El comerciante víctima de un violento robo en banda, brindó declaraciones a la prensa y se mostró muy emocionado, «me duele», aseguró.
Ariel Rudaz, es el dueño de la heladería Luigi ubicada en avenida Alberdi al 2250, que en la madrugada de este miércoles fue atacada por un grupo de más de 10 de delincuentes que destrozaron el vidrio del lugar con ladrillos y se llevar mercaderías. «No entiendo lo que pasa en la sociedad», dijo el comerciante.
El dueño del local brindó declaraciones a la prensa, donde se lo pudo observar notablemente afectado y con total desconcierto luego de la violencia con la que atacaron su local, «estoy muy nervioso, me duele», aseguró.
Además, el comerciante contó que no es la primera vez que vive un hecho de inseguridad en su lugar de trabajo, «hace un mes y medio entraron a robar a mano armada, se llevaron la recaudación y el celular de la chica (quien atendía)», luego de ese episodio, eligieron poner rejas en la puerta del local, pero no en el resto de los vidrios que en esta madrugada rompieron.
Ante la consulta sobre si por el hecho hay detenidos, Rudaz dijo «por el robo anterior si, está detenido», y luego deslizó una sospecha de que podría ser la misma persona quien organizo este nuevo hecho delictivo «no sé si puede ser que haya mandado una represalia», dijo y reflexionó «si no tengo alarmas me roban los freezers, todo».
La vidriera del local comercial quedó destrozada luego de que los ladrones la rompieran a patadas y con ladrillos e intentaran llevarse objetos, que no lograron hacerlo, los cuales también quedaron rotos dentro del lugar, «ver tu negocio así te destruye», dijo el comerciante en este sentido.
El comerciante se refirió a la situación al borde del llanto, donde manifestó que más allá del daño económico le impactó de manera emocional «lo que más duele es el sacrificio, te esforzás por tener tu trabajo y vienen estas personas a hacer un daño».
Ante la consulta sobre qué medidas de seguridad tomará luego de lo ocurrido, el comerciante dijo, «voy a poner rejas», y luego en un tono desanimado y prácticamente rendido agregó «si tengo que cerrar, cerraremos», al final se refirió en plural, ya que se trata de un negocio familiar, en ese sentido continuó «tengo un hijo de 13 años, lo educo para bien, no para mal», luego de esa frase el hombre se volvió a referir a los delincuentes, «no sé dónde están los padres de estas personas».
En ese sentido Rudaz emitió una pregunta dentro de su indignación «¿a la sociedad qué le pasa?», dijo y continuó «¿Al otro día cómo se levantan como si nada? No entiendo». Además, comentó: «Ojalá que esto no siga, que sirva como ejemplo»
Mas allá de la tristeza y el momento desesperanzador que vive el comerciante, finalmente cerró su declaración con un mensaje alentador: «Vamos a seguir trabajando y sacar esto adelante». Diario TAG