Sectores sociales insistieron este martes con que el incidente protagonizado por el dirigente Gustavo Monzón y el ministro de Gobierno de Capitanich, «se trató de una riña por lo que debieran estar los dos detenidos o los dos en libertad», e iniciaron una huelga de hambre por la liberación del piquetero detenido.
En horas de la noche de este martes, los dirigentes «Chocho» López, «Riki» Rivero y Miguel Chamorro iniciaron una huelga de hambre, motivados porque «no existe igualdad ante la ley ya que si fue una riña, tendrían que estar los dos detenidos o los dos en libertad», explicaron a SoloChaco y agregaron que «lo que no se puede permitir es que exista este tipo de problemas porque un Ministro tiene que estar por encima de la pequeñeces».
«Todos somos testigos de las promesas que hacen los candidatos cuando vienen a los barrios, te prometen de todo, llegan a la función pública y se olvidan, ni siquiera te saludan, salvo algunos casos muy excepcionales», sostuvieron desde la esquina de López y Planes y Brown donde llevan adelante la protesta.
Destacaron que esto ocurre «en una provincia donde se gasta cerca de un millón de pesos en huevos de pascua, donde para todo hay restricciones menos para los políticos que juntan su gente y dan sus discursos baratos» y donde «no hay dos dedos de frente en ninguno de los funcionarios y uno se trabe a piñas con cualquiera con quien tiene una discusión, eso es la antipolítica».
En sus críticas a la gestión provincial que van más allá de este lamentable incidente, aseguran que «es difícil cuando el funcionario se pone en enemigo tuyo porque le haces temblar los intereses; y aquí ya no hay ideologías, hay intereses, los intereses económicos que tienen algunos funcionarios».
«Cuando en la gestión pasada, los movimientos sociales denunciaban la malversación que había en el Estado, nadie creía», recordaron. Sin embargo, «después cayeron ministros presos, secretarios de gobierno presos, la delincuencia en el poder; es muy difícil combatir a la delincuencia cuando la delincuencia tiene el poder político».
Finalmente, hicieron un llamado «a la paz, a la calma, porque cuando se confrontan supuestos dirigentes patoteros con supuestos ministros patoteros no se puede esperar nada bueno; pero la ley tiene que ser igual para todos: o estamos todos presos o estamos todos en libertad, pero no puede ser que alguien haga privilegiar sus contactos o su trafico de influencia para lograr que un ciudadano común vaya preso».
Cruces de versiones
El escandaloso hecho, ocurrido este lunes en el cuarto piso de la Casa de Gobierno, generó un gran revuelo en el ámbito político y mereció el repudio de todos los sectores vinculados con el oficialismo, quienes aseguran que se trató de una agresión premeditada del piquetero hacia el ministro de Gobierno, en el marco de las negociaciones que se llevaban adelante.
Sin embargo, de las imágenes que se pudieron conocer, el supuesto agresor habría terminado con un corte en la cabeza mientras que el supuesto agredido solo habría podido mostrar una silla que supuestamente se utilizó en su contra.
Por otra parte, los sectores cercanos a Monzón aseguran que en la reunión que habría desencadenado el escándalo, ambos protagonistas comenzaron una escalada verbal que desembocó en que ambos se habrían desafiado a pelear, lo que habría acontecido en el mismo escenario de las negociaciones. Según las mismas fuentes, en algún momento de la reyerta, el Ministro habría recurrido al elemento contundente que terminó provocándole la herida en la cabeza a Monzón, quien terminó detenido ante la denuncia del funcionario por la supuesta agresión.
Más allá de quien diga la verdad y quien esté mintiendo, este hecho bochornoso no tiene antecedentes en la relación de un Gobierno Provincial y los movimientos sociales, por lo que la participación de los involucrados deja mucho que desear y pasaron a la categoría de «parte del problema» en lugar de solucionar conflictos que a diario paraliza el funcionamiento de la capital chaqueña.