Por Rosa Myriam Petrovich – En los últimos cinco años (2016-2020) el sector docente de la Provincia del Chaco ha sufrido la pérdida del poder adquisitivo en un porcentaje no inferior al 50 % frente a las políticas económicas de endeudamiento, inflacionarias y devaluatorias.
Del cotejo con distintos indicadores económicos y de la política provincial resulta evidente el deterioro salarial de los trabajadores del Estado Provincial y en particular de la docencia, tal es así que en el quinquenio mencionado la deuda pública en el Chaco se elevó en un 659 % el tipo de cambio (relación peso-dólar) sufrió una devaluación del 547%, el índice de precios al consumidor a nivel nacional se incrementó en un 379 %, y el salario docente solo tuvo un incremento levemente superior al 200 %.
Independientemente de subrayar acá que tanto en el año 2016 como en 2019, los docentes estuvimos algunos puntos por encima de la inflación, en virtud de la política propiciada por ATECH, logrando en 2016, a la par de la pauta que igualó a la inflación, con el establecimiento de la bonificación por título largamente reclamada e impulsada por la Entidad para la totalidad de los docentes activos y jubilados; como en 2019, en razón del paquete de medidas impulsado por ATECH conjuntamente con las demás entidades del Frente, logrando establecer una política de recuperación de poder adquisitivo de manera simultánea a la cláusula gatillo que también lográramos incorporar en el marco de tan duro conflicto educativo.
Los ingresos del Gobierno Provincial por transferencias automáticas durante los últimos doce meses (julio/2020 – julio/2021) se acrecentaron nominalmente en un 64,6 %, esto es $ 8.400.000.000 en julio/2020 a $ 13.167.000.000 en julio/2021, y en términos reales un 7,8%, o sea superaron a la inflación en dicho porcentaje.
A la vez por recaudación propia se informa de un crecimiento nominal del 69,15% entre julio/2020 ($ 1.350.130.000) y en julio/2021 ($ 2.283.770.000), y superaron a la inflación en el primer semestre del corriente año en un 12 % (ver diario “Norte” del 04/07/21, pág. 6 locales).
En consecuencia resulta de estricta justicia laboral y social que se proceda a la recomposición remunerativa del sector docente, iniciada parcialmente durante el corriente año con el desfasaje producido en 2020, más allá del estricto cumplimiento (como siempre debió ser) de la cláusula gatillo.
Si el Gobierno del Chaco reconoce las deudas financieras, cuanto más lo debe hacer con las salariales, devolviendo la dignidad al trabajador docente que sufrió un ajuste salvaje en años anteriores.
Recomposición salarial que vaya de la mano de la cláusula gatillo, en principio para recuperar poder adquisitivo pulverizado por las políticas salariales de pobreza definidas y aplicadas por los distintos gobiernos a su turno, que han postergado largamente a los trabajadores de la educación.