Entre las consecuencias más palmarias de la sequía extrema, está la concentración de sedimentos en acueductos que transportan agua y que, cuando la presión se aumenta para que el líquido circule por la red, genera esa turbiedad tan comentada como compleja de resolver.
«La bajante fue bastante abrupta, en quince días descendió un metro y medio, por lo que de algún modo los agarró de sorpresa y eso generó problemas evidentes, ahí hay un impacto muy definido con respecto a las tomas de agua. Por supuesto, cuando está más abajo el nivel, más exigido para las bombas, menos caudal pueden sacar porque tienen un régimen para una determinada altura», comenta.
La turbiedad en el agua que llega desde la red es una preocupación que lleva tiempo. Sameep avisó que no facturará a localidades afectadas.
Obviamente se resiente el servicio, en lo que es alimentación por acueducto, ni hablar de todos los sistemas de distintas localidades que dependen de las lluvias y al no haber precipitaciones el panorama es bastante crítico», añade.
Para Rohrmann, «lamentablemente» hay que seguir esperando que el agua continúe llegando a la red con sedimentos en todas esas localidades del centro.
«Aumentaron el caudal de bombeo, entonces removió los sedimentos que estaban en el acueducto, evidentemente todavía no terminaron, pero esa es una cuestión bastante puntual», explicó.
Recientemente Sameep anunció que ante la situación de turbiedad presente en el agua, luego de la última intervención en el Segundo Acueducto, la empresa recuerda que los días afectados no serán facturados. Tanto las y los usuarios residenciales, como no residenciales, serán recompensados a través de notas de crédito.
«Para acelerar el proceso de reducción de la turbiedad se han intensificado las purgas en válvulas de desagüe del Segundo Acueducto», expresaron desde la empresa provincial que provee de agua potable.