Este viernes, desde el movimiento Mujeres al Frente del barrio Emerenciano, se refirieron a lo que le pasó al intendente de Resistencia, Gustavo Martínez, quien recibió una “piña” por parte de un “trapito”.
“Cuando se cierran los canales de diálogo con el pueblo; cuando se menosprecia a las organizaciones sociales, movimientos o piqueteros o como nos llamen; cuando no están en las agendas los pobres; cuando se ningunea constantemente, creyendo que se tiene la verdad revelada; cuando todo esto sucede, las consecuencias son éstas y quizás peores”, indicó Marcela Acuña, titular de la organización.
“Los movimientos siempre fuimos los que generamos la contención de miles de pobres, no los gobiernos, y hemos logrado que no se repitan actos de violencia como estos, ya que creamos canales de diálogo, a veces acudiendo al método del corte, considerando que muchos no son escuchados”, explicó.
“La falta de memoria de los gobernantes y los que se dicen militantes muestran esto; la violencia de un trapito desesperado por quien sabe qué motivo, que para él es de vida o muerte ¿Alguien imagina qué pasaría sin la contención de los movimientos sociales? De seguro este hecho donde se golpeó a un intendente y mucho más, porque las barreras de contención no están siendo admitidas”, sostuvo Acuña.
“Este hecho sucedido no lo festejamos, a pesar que un 23 de diciembre el intendente Gustavo Martínez mandó a golpear y a tirar gases a ancianos, mujeres y niños, a pesar de los desalojos compulsivos a los vendedores ambulantes, a pesar de haber sacado el pan de la boca a mujeres trabajadoras de los barrios pobres, a pesar de cerrarnos las puertas del municipio cuando fuimos nosotros los que permitimos con nuestro apoyo que él esté ahí adentro, gobernando para los resistencianos. A pesar de todo esto, de las difamaciones, del ninguneo permanente a nuestros trabajadores como también a nuestro espacio político, no festejamos que haya sido golpeado, porque no somos como el intendente de Resistencia, somos personas que buscamos mejorar las condiciones de vida de nuestro pueblo y lo hacemos desde el amor, no desde el odio o el oportunismo”, remarcó.
“Miles de veces nos reprimirá, cerrará las puertas, mandará sus matones contra nosotras, y miles de veces seguiremos insistiendo, porque creemos en la democracia real por la que dieron la vida muchas personas”, agregó.
Por último, reflexionó: “Entendemos que se debe abrir el diálogo con todos los pobres, que discutamos lo que debemos discutir y lleguemos a un acuerdo de trabajo para mejorar nuestra Resistencia y que se tenga en cuenta los hogares pobres de nuestra ciudad. Que se haga una política participativa, no mafiosa al estilo el Padrino Corleone, sino que sea inclusiva mirando el ser humano y sus capacidades, como la posibilidad de potenciar trabajos especificos todos juntos desde el municipio, donde nadie ni los trapitos queden afuera”, concluyó.