• 20 abril, 2024

SoloChaco

Portal de noticias de la Provincia del Chaco

Noticias de Mañana

Dic 14, 2021

por Raúl S. Vinokurov – No resulta muy complicado describir el futuro de nuestro país. Independientemente de las cuestiones sociales, económicas, inseguridad, desempleo, pobreza, falencias en aspectos de infraestructura básica general, hay un aspecto muy preocupante: la educación. Todos los enunciados anteriores son más que importantes, pero si hay algo fundamental, imprescindible, determinante, ese algo es la educación.
Y en esto también todos los indicadores son malos y muy preocupantes. Hace años se pierde calidad educativa, se empobrecen los contenidos, se aprende menos. La caída no solo no se detiene, sino que la pandemia ha profundizado la decadencia, no por la pandemia en si misma, sino por las erróneas decisiones políticas que se adoptaron, comenzando por el más que prolongado e inexplicable cierre de las escuelas. El gobierno nacional ha reconocido los centenares de miles de chicos que dejaron de concurrir una vez producida la apertura escolar. También se ha reconocido, basada en diferencias económicas elementales, la inmensa cantidad de alumnos que no podían conectarse para transitar la escolaridad virtual.
La docencia en general no estaba preparada para esta nueva modalidad y en no pocos casos no tenían tecnológicamente las herramientas adecuadas. La formación de los docentes no se ha actualizado para el siglo 21, para el mundo que viene, para las necesidades que vendrán en material laboral. Esas cuestiones no se enseñan a los formadores. Lamentablemente la mayoría de las organizaciones gremiales de la docencia primaria acompañó, por afinidades o conveniencias políticas, la pérdida de calidad educativa.
Las pruebas que se hacen en 3 o 4 materias han dado resultados cada vez peores. Argentina ha perdido hace mucho el liderazgo en América Latina y otros sectores del mundo por el alto índice de alfabetización y el muy importante y actualizado contenido de la enseñanza. Hoy estamos ocupando los últimos lugares.
La educación obligatoria y accesible igualaba socialmente, todos accedíamos a la misma e importante educación. En la más que famosa escala social ascendente la educación era la base que posibilitaba el ascenso.
La educación formó científicos, líderes sociales, posibilidad de acceder a la demanda laboral, formó un nivel de
docentes de alta calidad y eso permitía continuar y mejorar lo que se enseñaba y lo que realmente se aprendía.
Es más que conocido que hoy un alto porcentaje de alumnos primarios y secundarios no entiende lo que lee, no saben leer, no saben estudiar. Pero está prohibido aplazar y mucho menos hacer repetir un año. Eso es políticamente incorrecto desde el punto de vista del oficialismo gobernante.
Tenemos leyes muy buenas en nuestro país referentes a la educación. Pero no se cumplen. La educación primaria es obligatoria, la secundaria también. No se cumple. Hay un mínimo de días anuales de asistencia a las aulas. No se cumple. Actualizar los contenidos y formar adecuadamente a los docentes. No se cumple. Y tantas cosas más directamente vinculadas al cada vez más bajo nivel educativo. No caigamos en el error de creer que la enseñanza en escuelas privadas es excelente. Más días de asistencia, seguro, mejor calidad de la enseñanza no tanto.
Con estas cuestiones tan vigentes hoy podemos prever el futuro de nuestro país, de la gran mayoría de nuestro pueblo. No estamos preparados para el mundo que viene, seguramente seremos cada vez más un país de tercera o cuarta categoría, sin posibilidades de competir y lograr mejores niveles de vida.
Lograr revertir esta tendencia llevará mucho tiempo, pero algún día debemos comenzar. Dirigentes políticos dispuestos a hacer cumplir las leyes existentes, a ir solucionando paulatinamente aspectos más específicos, dirigentes gremiales que privilegien la educación. y fundamentalmente, ser parte, nosotros, de una sociedad que comienza a reclamar y exigir por esto también. Aunque a muchos no les convenga. Sin educación no hay un futuro digno que merezca ser vivido.