«Yo digo que son los de investigaciones», aseguró la madre de uno de ellos. Los responsables los siguieron y dispararon durante cuadras hasta chocarlos. Uno de ellos se quebró el tobillo.
En horas de la madrugada, el 24 de diciembre dos jóvenes fueron perseguidos y atropellados por una camioneta en la avenida Chaco. Allí, luego de doblar por la calle Cáceres, escucharon disparos por parte de los ocupantes del vehículo atacante. La madre contó que, cuando se fue a la Comisaría Primera «me dijeron que se confundieron con un tal «Fosforito»».
Yanina Rivero, madre de uno de los jóvenes, contó a DiarioTAG que el hecho ocurrió cerca de las 2.30 de la madrugada, cuando dos jóvenes salieron a la casa de una compañera, ubicada en el barrio Guiraldes, para saludarla por su cumpleaños. Sin embargo, ninguno de los dos sabría lo que les tocaría vivir minutos después.
En el trayecto a bordo de una Honda Wave 110, una camioneta Hilux color blanca y polarizada comenzó a seguirlos por la avenida Chaco y, ante el desconcierto de ellos, aceleraron producto del miedo que les produjo la situación.
Cuando doblaron por la calle Cáceres, escucharon unos disparos atrás de ellos y observaron cómo una persona salía de la ventana y, con un arma larga efectuaba cuatro balazos durante el trayecto de las seis cuadras que duró la persecución.
Ya en la intersección de las calles Duvivier y Fortín Los Pozos, los agresores lograron chocarlos de atrás a los adolescentes y tirarlos al suelo. Uno de ellos quedó inconsciente, mientras que el otro sufrió una rotura en su tobillo derecho. «Yo digo que son los de Investigaciones», aseguró Yanina Rivero, debido a la utilización de las armas de fuego que utilizaron.
Este último jugaba al fútbol y, ahora, se perderá una prueba para un club de Buenos Aires que tanto esperaba, comentó su tía a DiarioTAG. «Mi sobrino entró en cirugía ayer, ahora está dado de alta, está enyesado, se fracturó el tobillo y los dejaron tirados», aseveró la mujer indignada. «La parte de arriba del ojo de mi hijo tiene hundido y debajo tiene un redondo, sospechamos que eso es un hitacazo», comentó Rivero.
LA RESPUESTA DE LA POLICÍA
Ante esta insólita situación, Yanina Rivero se acercó a la Comisaría Primera para denunciar el hecho y se encontró con una llamativa respuesta por parte de los efectivos policiales. «Me dijeron que se confundieron con un tal «Fosforito». Mi hijo no se llama así, ni le dicen así», les explicó.
Por eso, la madre discutió con la Policía mientras les explicaba que «mi hijo no es delincuente, él terminó sus estudios, es un chico que le ayuda al papá a trabajar, la verdad que nunca lo dejo, no son chicos vagos». «Mi sobrino es jugador de fútbol, inclusive pierde una oportunidad ahora porque iban a hacer pruebas desde Buenos Aires», explicó Rivero a este medio.
«ESTOY DESCONCERTADA»
Según relató Yanina Rivero, cuando fueron por su cuenta a registrar el lugar, «ni siquiera había pedacitos de plástico porque por nuestra cuenta estuvimos andando e investigando, es como que está limpio el lugar», expresó.
Por último, la mujer reflexionó sobre todo lo que les tocó vivir como familia, y aseguró que «a mi hijo no me lo entregaron en un cajón de suerte porque Dios es grande, pero no quiero que vuelva a pasar esto para otros jovencitos».