Así sostienen productores del Departamento Comandante Fernández. La sustracción de animales equinos derivó en varios allanamientos en domicilios urbanos y rurales.
La sustracción de animales equinos, que derivó en allanamientos en domicilios urbanos y rurales de Presidencia Roque Sáenz Peña, puso sobre el tapete el delito que afecta a productores chaqueños, ‘porque hoy se roban más caballos que vacas, pero la mayoría no hace la denuncia‘.
Las voces de productores del departamento Comandante Fernández, que insisten en mantenerse en el anonimato, ‘roban más caballos que vacas en este momento porque un caballo es manso y, en consecuencia, es más fácil de trasladar‘.
En el mes de julio la policía rural interceptó el traslado de caballos robados hacia Entre Ríos.
La posibilidad de que los animales tengan como destino la faena para la comercialización de la carne es una posibilidad, pero no existen pruebas que aclaren la duda.
En el último allanamiento realizado en domicilios de la zona urbana y rural de la ciudad, tras la denuncia de un productor por la sustracción y matanza de sus animales, se encontraron chacinados pero al no mencionar el fiscal en su orden la extracción de muestras, para análisis de la composición del producto, no se pudo saber con qué carne fueron elaborados.
Es de recordar que desde la Dirección General de Policía Rural y Ambiental, el comisario general Sergio Ramón Núñez mencionó a NORTE que ‘en lo que va del año, solamente se registraron cinco denuncias por robo de caballos en el ámbito de Presidencia Roque Sáenz Peña‘.
‘En las intervenciones realizadas fueron tres animales que se encontraron faenados, las dos hembras cuyos restos fueron encontrados la semana pasada en zona de basurales y los que se detectaron en el allanamiento realizado el jueves en un campo de colonia Pampa Napenay‘, detalló el jefe de la división de la Policía del Chaco que atiende los asuntos de delitos rurales.
En este contexto, el funcionario policial mencionó que ‘en el mes de julio se interceptó, en el departamento 25 de Mayo, un camión jaula que trasladaba animales equinos con destino a Entre Ríos, detectándose documentación adulterada‘.
La intervención derivó en la posterior recepción de denuncias de ciudadanos de la zona de Machagai que reconocieron en el cargamento caballos que les habían sido robados.
Los caballos que son robados y acopiados no tienen el objetivo de faena para la comercialización interna, sino que aportarían al stock de algún acopiador que luego los comercializa a los frigoríficos que proveen de carne equina al exterior.
ACOPIO PARA LA EXPORTACIÓN
Las fuentes del Senasa consultadas y el personal policial, coinciden en la versión de ‘que los robos ocurren para alimentar la cadena de acopio de caballos que luego se comercializan con destino a los frigoríficos que tienen habilitada en el país la faena para exportación‘.
En este sentido, es válido mencionar que Argentina es el primer productor mundial de carne de caballo.
La faena para exportación está permitida y de esa producción se abastecen los mercados de la Unión Europea, Rusia, Japón y el Sudeste Asiático.
Los frigoríficos habilitados solamente pueden obtener carne de caballo para la venta al exterior, estando prohibida su comercialización dentro del país.
En consecuencia, si la carne no está habilitada para salir del centro de faena y abastecer al mercado local, su consumo en Argentina está prohibido, ya que toda la posible comercialización local sería la consecuencia de una matanza clandestina.
La carne de caballo tiene un alto valor en el mercado internacional, más elevado que los cortes vacunos y en el país se registran robos de equinos para abastecer a los acopiadores que comercializan los animales a las empresas frigoríficas.
‘Es abigeato y seguramente el que roba recibe apenas unas pocas monedas por el animal que aporta al que acopia para abastecer al mercado de la exportación‘, resumieron las fuentes consultadas.