Tras varios días internado por padecer Covid-19, Emerenciano Sena dialogó este martes con Radio Sur 101.9, donde contó cuál fue su experiencia. El dirigente estaba internado desde el 12 de enero pasado.
“Estoy bien, recuperando los pulmones producto de la neumonía bilateral. Llegué a tener el 98% del pulmón inutilizado. Gracias a Dios los médicos le encontraron la vuelta para desinflamar y desobstruir con medicamentos”, contó Sena.
“Una semana estuve grave, después tuve una semana de meseta gravísimo, y después comencé con la mejora”, aseveró, ya que luego de contagiarse comenzó a padecer las secuelas de la enfermedad.
Por otro lado, remarcó que el apoyo de su esposa, Marcela Acuña, fue fundamental. “Gracias a mi señora estoy vivo, gracias a que ella no me dejó un solo segundo durante todo este mes, porque la ciencia médica no está preparada para salvar estas situaciones. Y es la lucha que se viene ahora, luchar por una ley que exija la presencia de una persona interesada en la vida del enfermo, las 24 horas, porque la persona que está ahí postrada necesita de una persona que lo ame, del amor de Dios”, indicó.
“Todavía no es ley la contención y el amor. Todo lo que hacía ella era pasarme un pañuelo con agua fría por la cabeza cada media hora y era como que yo volvía permanentemente. Está demostrado en mi cuerpo, en mi vivencia, que no se lo puede encerrar en una habitación a un ser humano, solo con agujas y medicamento”, destacó Emerenciano.
Con ello, sostuvo que no niega la medicina ni la ciencia, sino que se debe complementar. “La mayoría de los muertos en los hospitales y sanatorios es porque no tienen un ser amado al lado durante ese proceso. Tenemos que pelear por esa gente. El amor salva vidas y si renunciamos a eso estamos permitiendo que el mal nos gobierne en todos los sentidos”, concluyó.