El último informe nacional sobre epidemiología da cuenta «de tres casos de dengue que presentaron pruebas positivas que no permiten confirmar la infección en la provincia de Formosa».
El informe detalló que «más de 60 de los casos fueron descartados, el 29% muestran resultados no conclusivos», pero aparecen estos tres que son calificados como probables.
Esto generó alarma en las provincias de la región, más allá de que las autoridades realizan importantes esfuerzos para frenar tanto a la enfermedad como al mosquito vector que tiene una importante presencia en la región.
Además, permanentemente las autoridades están lanzando operativos de prevención contra el dengue y en tal sentido se busca generar conciencia.
Esto es clave para que la sociedad se involucre a la hora de eliminar los criaderos del mosquito, la medida más efectiva contra el vector. También la fumigación es importante y en tal sentido el trabajo de las comunas es más que importante dado que actúan en los barrios.
El director Nacional de Control de Enfermedades Transmisibles, Hugo Feraud, en declaraciones a la agencia Télam, reproducidos en varios medios, estudios preliminares indican que para la nueva temporada 2021-2022 podría haber más casos, «debido a que hubo un aumento de notificaciones en Brasil en relación al año pasado».
Si bien este año se registraron tres serotipos circulantes en el país, la mayor parte de los casos tipificados pertenecieron al DEN-1, en un 93%; mientras que los casos que correspondieron al DEN-2 fueron del 3% y los del DEN-4, un 4%, según detalló el último boletín epidemiológico de vigilancia publicado por la cartera sanitaria.
Los datos históricos informados por el área muestran los picos de casos que se dan en ciclos de tres a seis años aproximadamente, donde luego del récord de casos del año pasado, el 2019 solo había registrado 2.794 casos de dengue confirmados por laboratorio mientras que en el 2018 no superaba los 2100.
«Los casos de dengue se cuadruplicaron en comparación con los registrados en 2016. Según los especialistas, una de las razones es que aun a pesar del cierre de fronteras debido a la pandemia de Covid-19, ya había ingresado el virus y con el confinamiento las personas estuvieron mucho más tiempo en contacto con los mosquitos transmisores que se criaron en los cacharros y agua de sus patios, balcones, jardines, etc.», indicaron.