En el marco de una denuncia, el gobernador, Jorge Capitanich y la ministra de Seguridad, Gloria Zalazar, firmaron el decreto que establece separar de sus funciones al agente de la Policía del Chaco Marcelo Gastón Meza por «haber transgredido con su accionar las normas disciplinarias» y haber cometido «faltas graves».
La causa comenzó cuando una mujer de la capital chaqueña denunció el hurto de su teléfono celular. Tras la misma a su domicilio llegaron Meza y otro uniformado para darle un aviso importante.
Según consta en la denuncia, el policía separado «le dijo que el teléfono celular denunciado lo habían encontrado unas personas desconocidas en la calle y que él lo recuperó porque había sido empeñado por droga a un «transa» que vive cerca de su domicilio».
En esta línea, la mujer explica que Meza le había indicado que tenía el teléfono en sus manos y le preguntó si podía ir «ya mismo» a la Comisaría Octava para que puedan devolvérselo.
La víctima respondió que iría por sus propios medios, pero él le respondió que «que sí o sí tenía que ir con ellos».
Fue así, que la denunciante accedió a ir hacía la comisaría junto a los uniformados y fue en el trayecto que el hecho sucedió: «Se iba burlando de que iba a pedir su tarjeta de memoria al «Transa» para ver sus fotos íntimas».
En la denuncia también consta que esto continuó en la comisaría: «Se burlaban de la dicente y negaron que eran ellos los que la identificaron frente a su domicilio».
Respecto a las pruebas, se pudo saber con el GPS del móvil y las cámaras de seguridad de un vecino que los efectivos fueron al domicilio de la denunciante.